Nací en una familia que no conocía a Dios, no era religioso en mi juventud, fui varias veces a campamentos de la iglesia pero no entendía la necesidad de un Salvador.
A la edad de 20 años a través de muchos sucesos desafortunados en mi vida sentí la necesidad de ir a la iglesia, pero fui solamente para sentirme bien no buscando salvación. Sin embargo, varios domingos predicaron de la salvación en la iglesia y en algún momento comprendí que si seguía mi vida sin creer en Cristo iría al infierno, por eso decidí creer que Cristo murió por mis pecados, fue sepultado y resucitó para darme vida eterna; Él triunfó sobre la muerte.
Desde ese momento quise servir a Cristo y me involucré en el ministerio con los niños, conocí a mi esposa en la iglesia, con la cual me casé hace 15 años y tenemos dos hermosos hijos.
Actualmente servimos en la iglesia con nuestros hijos predicando a otros de Cristo y transformando nuestro carácter como el de Él.
Col 1:10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;